domingo, 8 de abril de 2012

Capítulo 62

Los días habían pasado, nada estaba fuera de lugar, Arthur venía casi todos los días a mi casa e íbamos a visitar a Lucy, eran como mis hermanos pequeños. Con respecto a Keith, hacía unos días que hablábamos de un modo bastante cortante, ya saben como es eso, estúpidas peleas de novios.


Me levanté con un fuerte trueno que hizo vibrar las paredes, una fuerte tormenta estaría por llegar. Y hay que ver como era de molesto el clima, ya que todos los anteriores días un sol resplandecía en las alturas. Hoy era el día en que la orquesta del colegio debía presentarse en un pequeño acto que se realizaba allí. Como aún seguía con el brazo enyesado, no podía tocar, pero al menos iría a ayudar, o más bien pasar el tiempo. Además, estar tanto días sin hacer nada, estaba causándome problemas existenciales.


Así fue como después de desayunar partí hacia el colegio. Iba caminando con un paraguas, no era que no me gustase la lluvia, más bien no podía mojarme. Curiosamente Steve no estaba donde siempre se encontraba, así eran ellos, había épocas en los que no daban señales de vida. 


Crucé en umbral de la gran puerta y para mi sorpresa me llevé una grata sorpresa, Johny el pequeño George descansaban sobre unos bancos de madera. Había dos opciones válidas que podrían explicar su presencia allí: simplemente molestar o... molestar.


Pero desgraciadamente me equivocaba. Nunca en mi vida había deseado tanto que John esté allí solo para molestar. Debí haberlo sabido desde un principio, al ver sus expresiones, pero ahora no me quiero adelantar al relato.


Quise acercarme hacia donde estaban ellos, pero me fue imposible ya que el timbre había sonado y en un segundo ese lugar se llenó de estudiantes que iban hacia sus salones de clases correspondientes. Cuando por fin los pasillos se despejaron, ellos ya no estaban allí. ''Que extraño'' pensé. Pero por una extraña razón no presté atención y me dirigí hacia donde debía.


Caminar por los pasillos desolados del viejo colegio ya no me parecía divertido, en especial desde que aquella criatura había provocado que me rompa el brazo. A Arthur le parecía  divertido, pero yo no le encontraba nada de gracioso.


-Angie!-Oí detrás de mi.
-Alison, hola!-Correspondí el saludo.
-Tenemos que hablar, no sabes todas las cosas que pasaron aquí en tu ausencia.-Me dijo emocionada.
-Enserio?-Pregunté.
-Si! Bueno Angie, tengo que irme a clases, pero, el medico no te dijo que hicieras reposo, que haces aquí?-Dijo ella.
-Vine a ayudar a Ronald.-Comenté.
-Me parece bien.-Dijo ella.- Te veo luego?
-Claro.-Contesté y sonrió dulcemente. Se dio la vuelta para dirigirse a su aula.-Alison, cuidado!


Pero era demasiado tarde, ya había chocado con aquel muchacho que traía un frasco de pintura y había quedado completamente azul. Él no había prestado mucho interés pero se lo notaba algo nervioso, o... ¿asustado? Por el contrario, ella dirigiéndole una sarta de insultos, se dirigió al baño.


Era una graciosa situación, pero ahora no tenía tiempo para apreciar a Alison en su forma de avatar, así que me dirigí a donde me interesaba.


-Permiso.-Dije abriendo la puerta.
-Oh Angie, tanto tiempo! Como has estado?-Dijo él.
-Bien Roonie, gracias.-Contesté a mi agradable profesor.-Venía para ayudar, digo, si es que...
-Excelente! Puedes revisar si las guitarras están afinadas? Mientras iré a dejar esto a la dirección.-Dijo sosteniendo varios papeles.
-Claro.-Contesté y a continuación salió por la puerta.


Un enorme silencio se apoderó de la habitación, así que decidí romperlo haciendo lo que Ronald me había pedido. Para mi alivio todas parecían estar afinadas, pero ahora me aburría enormemente. Por un momento se me cruzó por la cabeza ir a los pasillos en busca de la criatura, pero no hizo falta. Estaba apoyado en el marco de la puerta son esa sonrisa espeluznante y diabólica.


Se acercó de repente caminando con una postura encorvada y levantó una ceja en forma de curiosidad al ver mi brazo. Y, como era de esperar, soltó una fuerte carcajada que hubiese puesto los pelos de punta hasta a el mismísimo Chuck Norris. Pero algo muchísimo más importante llamó mi atención, estaba dejando huellas ¡azules! y además de eso, sus manos también estaban de ese color.


-Alison?-Pregunté en una mezcla de confusión y decepción.


Al parecer la criatura también se sorprendió, bastante, pero de igual forma sonrió malvadamente.Una idea brillante pasó por mi cabeza como un rayo. Puesto a que el estuche de mi saxo estaba sobre la mesa, y el instrumento sobre otra, osea que estaba vacío, fingí sorprenderme de algo que estaba tras él. Y de curioso, o tal vez metido, volteó. Solo fue un segundo, pero lo aproveché y arrojé el estuche sobre él, inmediatamente lo cerré, dejándolo encerrado dentro.


-No voy a dejarte escapar.-Dije al oír los fuertes golpes que estaba haciendo desde adentro.


Al principio eran fuertes, pero poco a poco, resignado, fueron cesando. Pensé varios minutos en las palabras exactas que había producido la señora gorda del cuadro. Y recordé que podían tomar forma humana, sin dudas era ella, debía haberlo sabido. De la forma en que Annica había querido advertírmelo, y de lo extraño que era cuando luego de cada aparición de la criatura, Alison siempre estaba allí, también en el interés por los nuevos. Me sentía verdaderamente decepcionada, por fin estaba considerando a esa chica una amiga, pero siempre sus grandes ojos había reflejado algo de frialdad. También estaba bastante enojada con Steve y Pete, debían haberme dicho! Pero recordé que también la señora gorda había dicho que lo que más odiaban era que se burlaran de ellos, y si hacía en masa, incluso podía desaparecer. Otra idea cruzó mi cabeza rápidamente.


-Es ingeniosa, pero aún así podrían echarme del colegio.-Dije en voz alta, involuntariamente.
-Por qué podrían echarte?-Oí a alguien decir, y me sobresalté. Era Ronald, ya había vuelto y no me percaté de su presencia. 
-Nada...-Me apresuré a decir. Y puesto a que él era muy perfeccionista y no quería que nada salga mal, siguió con sus cosas, sino me hubiera visto en un verdadero interrogatorio. 


Ronald iba de un lado a otro, afinando instrumentos, colocando cuerdas, acomodando todo, incluso lo que ya había acomodado. De vez en cuando yo dirigía una mirada al estuche, cuidando que no se moviera ni nada por el estilo. Pero Alison mostró ser astuta una vez más y comenzó a golpear nuevamente. Yo fingí toser y sacudí un poco el estuche, haciendo que cesaran los golpes. Ronald me dirigió una extraña mirada.


-Perdón, es que estoy algo enferma.-Mentí.
-Está bien.-Contestó, pero puedo asegurar que algo no le cerraba. Sin embargo siguió con sus cosas.


Las horas habían pasado demasiado rápido para mi gusto, y ya solo faltaban 20 minutos para la presentación, y creo que Ronald estaba por reventar de nervios, era un hombre bastante gracioso.


Dentro del colegio, había un salón, más bien era como un pequeño y nostálgico teatro donde siempre se realizaban actos de todo tipo. Los instrumentos descansaban arriba del escenario, demasiado perfectos para ser cierto. Contrabajos enormes, violines, saxofones, arpas, etc. Pero un momento... había dejado mi estuche en el aula! Salí corriendo por miedo a que se hubiese escapado, quién sabe que podría hacer? Afortunadamente al llegar, pude comprobar que aún seguía allí, debido al peso que había provocado al levantarlo. 


Camine inmersa en mis pensamientos hasta llegar al gran salón. Estaba detrás del telón y desde allí podía apreciar la calidez y los murmullos de la gente que ya comenzaba a prepararse, sentados cómodamente en las butacas. Felicidad, nostalgia, abrumación y esperanza, así en ese orden, fueron las emociones que recorrieron mi mente, siempre había querido dedicarme a la música, pero en la capitalista época en la que vivía, era prácticamente imposible. Y ahora? Quién sabe, quizás... una sonrisa adornó mi rostro, casi involuntariamente.


Decidí terminar con mis pensamientos de una vez por todas e ir a ayudar a Ronald, que de seguro, su pico de histeria estaría al máximo. Me apresuré por detrás de esas telas que adornaban la parte del escenario que el público no podía ver, pero tropecé con alguien, que en estos momentos, no era la persona más indicada.


-Angie!-Dijo a forma de saludo, algo sorprendido quizá. Con un relampagueo en sus aún extraños ojos, casi como pedazos de cielo.
Pero lo ignoré, estaba enojada con él. Y, por qué no, también decepcionada.
-Oye que te pasa?-Insistió con ese claro acento británico.
Solo bufé y seguí caminando, pero sin proferir un ''estúpido'' susurrando, pero lo suficientemente fuerte como para que me oiga.


Y tal como lo presentí, Ronald iba de un lado a otro, arreglando hasta el más mínimo detalle. El pequeño teatro ya estaba repleto, y todos estaban sentados en sus respectivos lugares, inclusive los que debían ejecutar la obra.


-Vamos Angie, preséntalos.-Me animó el profesor con personalidad más retorcida que conocí jamás.
-Yo?-Pregunté confundida y con algo de vergüenza.
-Claro! Quién más?-Él se mostraba seguro de sus palabras.


Y mejor era hacerle caso. Me acerqué hasta un pequeño micrófono y luego de asegurarme de proferir  varias estupideces, al no saber que es lo que debía decir, los ''presenté''. Podía sentir la penetrante mirada de Pete, algo confundido por lo sucedido minutos atrás.


Los contrabajos resonaban en lo más grave de su registro y a medida que más instrumentos se sumaban, todo iba cobrando más intensidad. Un silencio reconfortante descansaba entre el público.
Yo disfrutaba de aquella melodía que ya sabía de memoria, a un costado del escenario.


Una brillante y descabellada idea se apoderó de mi, al ver como no quedaba mucho tiempo para que la criatura escapase. Quizás, y lo más probable era que Ronald y el director me odiasen después de esto, pero sentía que era lo que debía hacer...




Volví cheee. La idea es que también les intrigue lo de George y John, pero bueno, lo dejo a su criterio (?)


PD: Miren, y adoren la belleza de Alex Turner, no es hermoso?


1 comentario:

  1. OMG OMG OMG OMG NO PUEDO CREER DOS COSAS!!!!!

    1- No haber leído tu fic ni haberte comentado en tooodo este tiempo pero bueno me tengo que poner al día (me quedé en los primeros 20 capítulos creo SORRY!!!)

    2- Sabes lo que pasó? estaba viendo los fics que habían actualizado y veo el tuyo con un gif y digo: OH POR DIOS?? ESE ES ALEX??!?!?!?!?! no lo puedo creer!! (así que vine no he leído nada porque bueno no entendería, ya lo leere jijiji)
    La cosa es que... ¿TE GUSTAN LOS ARCTIC MONKEYS?!?!?!? UGH UGH YO LOS AMO ADORO CON TODA MI VIDA UGH ALEX FUCKING TURNER ES LA COSA MAS SEXY DE ESTE PLANETA!!

    NECESITO HABLAR CONTIGO ENSERIO!!!!

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