lunes, 30 de enero de 2012

Capítulo 48

De pronto divisé a un muchacho, ese mismo que reconocería aunque estuviese a muchos metros de distancia.


-John!-Lo llamé contenta.


El volteó al escuchar su nombre. Tenía un aspecto de rockero de los años 50. Llevaba consigo a su inseparable mejor amiga: su guitarra. Se acercó a mi caminando graciosamente.


-Hola Angie.-Dijo sonriendo.
-Nunca me había alegrado tanto de verte John... de hecho, nunca me había alegrado al verte.-Dije y reí el solo hizo un gesto de enojo exagerado por lo que reí aún más.
-Y qué hacias por aquí?-Preguntó alzando una ceja.
-Estaba eh.. allí.-Dije y señalé el orfanato.
-Que bien. No te había reconocido.-Dijo con una expresión graciosa.




-Mira que no reconocer a Angie Smith, estás ciego John.-Bromeé.
-Mimi siempre lo dice. Supongo que tendré que usar estos.-Dijo sacando de su bolsillo unos anteojos, hecho esto se los colocó. Yo solté una pequeña risita, no le quedaban mal, pero se veía raro.
-Qué sucede? No te gusta mi look Buddy Holly?-Preguntó divertido, a decir verdad se parecía a él.






-Si John, me gusta tu aspecto de Buddy Holly.-Bromeé.
-Que bueno, y que haces aquí a esta hora? Se supone que debes ir al colegio mañana querida.-Dijo con voz de anciana.
-Ya pareces mi tía.-Dije y reí.
-Y por que te alegrabas de verme?-Preguntó e hizo un gesto de orgullo.
-Vamos John no te agrandes, no tienes tanta suerte.-Dije ahora.-Necesito que me acompañes a Londres.
-Y por qué yo?-Preguntó quejándose.
-Dejarías que una inocente criatura de apenas 16 años camine sola a estas horas y por estas calles?-Pregunté exagerando.
-Déjame pensar... sí.-Dijo sin pensar ni siquiera un segundo.
-John!-Dije quejándome.
-Está bien, lo más probable es que te violen.-Dijo tranquilo.
-John! Como puedes decir eso tan tranquilo?-Pregunté ahora, siempre me había asombrado como hacía eso.
-Es la verdad.-Dijo y rió.-Ahora camina Smith, si no quieres que tu tía te regañe.
-Ya voy Lennon.-Dije y comencé a caminar a la par de él.


Estábamos a tan solo unos pocos pasos de la parada del autobús, cuando una preciosa adolescente rubia pasó caminando con sus amigas, junto a nosotros.


                             Que linda Marianne!
                          
Y cuando no, John obviamente tuvo que hacer algo. Pero simplemente con un silbido le bastó esta vez. Las tres adolescentes rieron algo sonrojadas.


-John!-Dije regañándolo.
-Que pasa? Estás celosa?-Preguntó y volteó hacia mi.
-Claro que no, solo que podrían ser tus hermanas menores!-Dije ahora, verdaderamente no estaba celosa, ya me había acostumbrado a eso. Pero aquello era cierto, las tres muchachas eran incluso menores que yo.
-Y que tiene? No viste la rubia? Era hermos...-Estaba diciendo pero lo interrumpí.
-John!-Volví a decir regañándolo.
-Argh está bien.-Dijo ahora.
-Y que tal su primer día de clases?-Pregunté.-Apuesto a que Félix no querrá contarme nada.
-Nada fuera de lo normal: ''Lennon no comas en clase, Lennon guarda silencio, Lennon no arrojes aviones de papel a tus compañeros, Lennon guarda esa armónica, Lennon no faltes el respeto a la directora''.-Dijo poniendo voz de anciana, iba a seguir hablando pero mi risa lo detuvo, él sonrió.-Creo que solo estoy en dos clases con tu hermanito.
-Ah.-Dije mientras subíamos al autobús. Una vez adentro y ubicados en los asientos del fondo, siguió con su relato.
-Estoy en la clase de artes visuales con tu amiga, Mary.-Dijo ahora y sonrió.
-No quisiera ser su profesora, si es que no renuncia, terminará en un psiquiátrico y las únicas palabras que dirá serán: ''Lennon, Wright ya dejen ese cuchillo''-Bromeé poniendo cara de psicópata, John solo rió.


Los viajes en autobús con John eran muy divertidos, todo con él era muy divertido...




Capítulo Lennonístico (?) ahora se me dio por llenar de imagenes los capitulos jajaja

domingo, 29 de enero de 2012

Capítulo 47 The kids are alright

Así que sin pensarlo dos veces, abrí con dificultad esa vieja puerta de metal. Un camino de tierra me conducía hasta adentro de esa arboleda. Comencé a caminar y caminar, los pájaros cantaban en las copas de los árboles más altos y hermosos que sé imaginar. 


Pero algo me sorprendió mucho, el lugar estaba lleno de niños corriendo y jugando felizmente. Pero toda mi atención se centró en una sola niña. Todo ocurrió como el cámara lenta, corría con una sonrisa de oreja a oreja con su cabello moviéndose al ritmo del viento. Nunca había visto a una pequeña que reflejase tanta vida. Pero su rostro cambió completamente al verme, se sorprendió. Luego de unos segundos se dirigió hacia mi lentamente, con una sonrisa dibujada en el rostro. No podía creerlo, era la niña de mi sueño! Su cabello era hermoso, de color rojo oscuro del color de una fresa. Eso hacía resaltar sus brillantes ojos verdes. Se acercó lentamente.


-Hola.-Dijo y sonrió.
-H-hola.-Respondí el saludo tartamudeando, acaso eso no era imposible? Ella rió al ver mi expresión.
-Que te trajo por aquí?-Preguntó curiosa.
-No lo sé, solo que...-Estaba contestando su pregunta pero me interrumpió.
-Ya se por qué Angie, olvídalo, creíste que fue solo un sueño no es así?-Preguntó la niña divertida y me guiñó un ojo.
-Como sabes mi nombre?-Dije cada vez más asombrada.
-Yo se de donde vienes, he venido a evitar que hagas algo estúpido que pueda afectar seriamente el mundo de mañana.-Dijo con un gesto de orgullo en su rostro, como cualquier niño que logra algo.
-Y que es este lugar? Por qué hay tantos niños?-Pregunté, esa pequeña me inspiraba demasiada confianza, como si la conociera desde hacía mucho tiempo atrás. 
-Orfanato de Stawberry Fields.-Contestó ella.
-Es decir que no tienes padres?-Pregunté pero me arrepentí de haber dicho eso.
-Bueno, aquellos niños no, pero en mi caso es distinto, como podría explicarte? Más adelante te darás cuenta.-Dijo y sonrió.


Eso me dejó un buen rato pensando. No se por qué, pero algo me decía que aquella no era una niña común y corriente, tenía algo especial. Es más, ni siquiera estaba segura de que ella fuera de este mundo. O tal vez ya estaba volviéndome completamente loca, y todo esto no era real verdaderamente.


-Buenas tardes señorita.-Dijo una mujer.-Desea adoptar algún niño?
-No, bueno, apenas tengo 16 años.-Dije y reí.
-Comprendo.-Contestó formalmente.-Podrías venir a visitar a los pequeños cuando quiera, claro, si así lo desea. Es una buena forma de liberarse de las rutinas diarias.
-Claro.-Dije ahora, fue lo único que se me ocurrió decir.


Luego de que aquella mujer se fuera a hacer otras cosas, estuve un largo tiempo hablando con aquella pequeña. Era increíblemente sabía para sus apenas 7 años de edad. Ella me presentó a todos y cada uno de los niños que vivían allí, eran maravillosos, cada uno con una esencia diferente, por eso eran tan increíbles. Aunque no lo parezca, era un lugar lleno de alegría. Mientras todos los niños jugaban y corrían por allí. Yo me encontraba hablando con aquella misteriosa niña, a los pies de un gran sauce.


Pero la noche ya caía por aquellos lugares, y yo sabía perfectamente que las viejas calles de Liverpool no eran un buen sitio para que una chica de 16 años caminase sola. Observé aquel lugar una vez más. A decir verdad nunca me habían gustado los niños, pero eso era una excepción. 


-Tengo que irme.-Dije a la pequeña, aún no sabía su nombre.
-Vendrás mañana?-Preguntó y soltó una pequeña risa.
-Supongo que si.-Dije, por dentro sabía algo me llevaría de nuevo a ese lugar.-Como te llamas?
-Lucy.-Dijo y sonreí.
-Lucy in the sky.-Dije ahora.
-Exacto.-Contestó y dejó escapar otra risa.
-Bueno, adiós Lucy.-Dije en ese momento.


Luego de unos minutos, ya estaba afuera de ese lugar, estaba oscureciendo demasiado, debía volver pronto. Si había algo bueno, era que no estaba lloviendo. De pronto divisé a un muchacho, ese mismo que podría reconocer aunque estuviese a muchos metros de distancia.


-John!-Lo llamé contenta...






Es un capítulo feo, últimamente no tengo muchas ganas de escribir, pero bueno, que va a ser (?) espero que les guste.
Que le digo al doctor? Dile que chupe limon (?) jajajajjaj que decía...

sábado, 28 de enero de 2012

Blogs geniales

Como habrán adivinado por el título de la entrada, no es un capítulo. Les quiero recomendar historias o blogs que leo y son re buena onda. 


http://ringostarr2011.blogspot.com/ ''Stop and smell the roses'' Es genial, te re enganchas leyendo.


http://somedaybysandyborbs.blogspot.com/  ''Someday'' es uno de mis favoritos sin dudas. 


http://othersideliverpool.blogspot.com/  Este no es una historia, fic o como le digan. Es un blog muy interesante :)


http://drivemyfuckingcar.blogspot.com/ ''Drive my fucking car'' Es una genialidad (?) Es re gracioso.




http://venganzaporsandyborbs.blogspot.com/ ''Love or revenge'' Es re interesante, no como las típicas historias (no me malinterpreten, son geniales) que se tratan casi únicamente de amor o algo así. La trama es muy original y misteriosa. 




Espero que se diviertan leyendo estos blogs que son geniales. No sé cuando voy a subir otro capítulo por qué me agarró la locura de no tener ganas de publicar capítulos (?

jueves, 26 de enero de 2012

Capítulo 46 Boys, don't cry


-Qué sucede?-Preguntó observándome algo triste.
-Nada, solo pensaba en los viejos tiempos.-Dije observando a los niños del parque.
-Suele pasar.-Contestó con la mirada perdida. 


Luego de eso, pasaron varios minutos de silencio. Solo se oía el ruido de las gotas de lluvia cayendo suavemente en el suelo. Ese silencio estaba comenzando a incomodarme, pero por contrario, a Keith parecía no molestarle en lo absoluto. 


-Que silencio.-Bromeé.
-A veces es lo mejor.-Dijo y volteó a verme.
-Supongo, yo solo decía.-Contesté y dejé escapar una risita, pero luego volví a ponerme seria. No entendía bien por qué, pero sentía como si reír estuviese mal, era un sensación extraña.
-Vamos Angie, no me gusta verte así.-Dijo él serio y me abrazó. Simplemente no podía creerlo.
-Gracias Keith.-Dije separándome de él y sonreí, cosa que imitó.-Y cambiando de tema, que haces por aquí?
-Solo paseaba por el parque y vi un monstruo, pero al acercarme a él, me di cuenta que eras tu.-Dijo y reímos.


A continuación estuvimos hablando un largo rato sobre cualquier cosa, con ese sentido del humor que lo caracterizaba a él. La lluvia caía cada vez más suavemente, no molestaba en lo absoluto. De pronto él saco una de esas radios antiguas que podían llevarse en los bolsillos y comenzó a reproducir canciones de Elvis, Buddy Holly, Chuck berry, entre otros.


-Por qué dios no te hizo Elvis?-Pregunté a Keith riendo, mientras escuchaba una de mis canciones favoritas: Blue Suede Shoes.
-Y a ti por que no te hizo Brigitte Bardot?-Contestó mirándome de arriba a abajo riendo aún más. 
-Yo soy más bonita que ella.-Bromeé ahora.
-Tu crees?-Preguntó sonriendo.
-Oye eso ofende.-Dije exagerando y volteé con aires de diva. Él solo rió.
-Era una broma.-Dijo ahora sonriendo.
-Lo sé.-Dije y le guiñé un ojo, él rió nuevamente. 
-Y como te fue en tu primer día?-Preguntó.
-Hey Keith eres un asqueroso mira que decir que...-Estaba diciendo pero él me interrumpió.
-Tu primer día de escuela me refiero.-Dijo riendo.
-Ahh.-Dije y me sonrojé.-Bien.
-Me alegro.-Dijo observando hacia una fuente que había allí.
-Tengo que irme, debo ir a buscar a Félix antes de que oscurezca mucho.-Dije y me paré del asiento. Lo observé por unos segundos, se veía tan tierno!
-Quieres que te acompañe?-Preguntó.
-No, está bien, gracias.-Dije y sonreí.
-Adiós.-Se despidió y esbozó una dulce sonrisa.


Luego de varias horas,seguía rodando por las calles de Liverpool, aún no encontraba a Félix. Pasé por todos los lugares por los cuales suponía que se encontraba, pero mi hermano era así, impredecible. Nunca se sabía donde estaba. 


-Disculpe señor.-Dije a un panadero que barría la calle.-Ha visto a un chico algo alto, rubio de ojos oscuros? Estaba con otro que tenía el cabello marrón y...
-No digas más.-Dijo aquel hombre.-Si, los he visto, tuve que echarlos de aquí con la escoba. Espera un momento, por qué los buscas? No serás una de ellos, no?
-Para nada.-Dije seria, pero por dentro moría de risa.-Y hacia donde se han ido?
-Hacia allí.-Dijo señalando la derecha.
-Muchas gracias.-Contesté correctamente y me fui de allí.
-De nada, ten cuidado.-Dijo ahora y siguió barriendo la mugre que un largo día de trabajo había dejado allí.


No podía dejar de pensar en que había sido lo que habrían hecho aquellos idiotas para que un simple anciano los corra con una escoba. Con simplemente imaginar una mínima parte de esa escena, ya moría de risa. Aún los colores cálidos del atardecer dominaban el cielo ahora anaranjado, y los últimos tibios rayos de sol del día, se reflejaban en los charcos de agua que habían quedado de la lluvia que hacía un rato había empapado la ciudad.


Iba caminando alegremente, no sabía bien por que razón, pero Keith siempre me contagiaba su buen humor. De pronto vi algo, algo que me llamó mucho la atención. Me acerqué hacia él y lo observé por unos segundos, que bastaron para saber de donde lo recordaba. Ese era el viejo y extraño lugar de mis sueños. Aquel mismo que tenía una hermosa verja roja y la frase ''Strawberry Fields'' adornaba su pared de ladrillos. Una especie de magia tenía ese lugar, causaba en mi algo así como adrenalina. Lo que más me intrigaba era saber por qué había soñado con ese curioso sitio. Así que sin pensarlo dos veces, abrí con algo de dificultad esa vieja puerta de metal... 








Hola :B Largo el capítulo eh! últimamente siento que la historia se está yendo por las ramas (? como muy delirante ya jaja pero que se yo, es así (? 
Comenten :)

Capítulo 45

Nos acercamos más a ellos. No solo dejaron de hablar, sino que todos voltearon a observarme raramente.


-Hola Steven.-Dijo mi hermano extendiéndole una mano.
-Que hay Félix?-Respondió el saludo aquel muchacho.


A decir verdad no me extrañaba en lo absoluto que Félix lo conociera, podría decirse que él e Iván conocían a media ciudad de Londres. Pasaron largos minutos ellos hablaban de esas cosas extrañas que solían hablar ellos. Así que no tuve mejor idea que dirigirme a casa, no sin antes despedirme de ellos.


Al entrar todo estaba silencioso, lo que me recordó a esa terrible escena en el colegio. Pero afortunadamente Juliet salía de la cocina con una humeante taza de té en su mano. 


-Que tal el primer día?-Preguntó tomando asiento, acto que imité. 
-No tan mal, pero quiero cambiarme de colegio.-Dije ahora. Ella soltó una pequeña risita.
-Se puede saber por qué?-Preguntó ahora bebiendo un  sorbo de té.
-Hay un monstruo allí!-Exclamé, y por supuesto, ella rió.
-Vamos Angie, ya te acostumbrarás a una nueva escuela, el año siguiente podrás cambiarte si quieres.-Dijo ahora tranquila.
-Hablo enserio.-Dije seria. 
-También yo, Angie deja de decir estupideces y ve a hacer la tarea.-Dijo esta vez también muy tranquila.


Pero no se que estaba pensando al creer que ella me creería. Es que que clase de loco creería eso? Me resigné a hacer los estresantes deberes. Por suerte no eran muchos y al cabo de tan solo un rato ya había terminado. Estuve un largo tiempo deliberando en mi cabeza que hacer ya que tenía mucho tiempo libre. Por fin me decidí: iría a dar un paseo a Liverpool. 


Tomé un abrigo y salí, aún hacía muchísimo frío, es que no cesaba nunca? Al parecer no. Iba caminando tranquilamente sin preocupaciones observando el gris paisaje. Era la hora del crepúsculo el cielo iba tiñéndose de color anaranjado y rosa, dándole un pequeño toque de calidez a la fría ciudad de Inglaterra, aunque aún quedaban rastros de alguna lluvia pasada.




Al caminar unas pocas calles más, decidí sentarme a descansar en un pequeño parque que se encontraba allí. Los niños corrían felizmente y saltaban sobre los charcos de agua con sus botas de lluvia. Ellos reían de cualquier cosa y no tenían ninguna preocupación. Eso me recordaba tanto a mi infancia, por lo que me deprimí un poco, había dejado a todos mis amigos atrás. Y ahora, si bien estaba conociendo a algunas personas como Mary, me sentía completamente sola en un lugar y una época que quién sabe si regresaría. Mientras observaba a los niños cantando felices bajo la lluvia, una lágrima rodó por mis mejillas.


Estaba completamente encerrada en mis pensamientos, cuando alguien detrás mio, me cubrió los ojos.


-Quien soy?-Preguntó. A decir verdad no tenía la menor idea.
-Dime.-Dije ahora, no tenía humor como para eso.
-Adivina.-Contestó sin dejar de taparme los ojos.
-Dime o sino te..-Estaba diciendo a ese sujeto, pero dejó de cubrir mis ojos: era Keith.
-Hola.-Dijo y sonriendo se sentó a mi lado.
-Oh perdón Keith, creí que era...-Dije pero hice una pausa para secar mis lágrimas.
-Qué sucede?-Preguntó observándome algo triste...






Hola (? Gracias por comentar :B espero que les guste(?  
Roquet me morí de risa con lo de ''Que le tiraron un porro? a rre'' jajajjaj y sofii yo no sabía eso de rumpelstiltskin, es algo así lo que aparece, siempre me gustó mucho esa historia :)

Capítulo 44 Patience

Estaba muy concentrada recordando lo que había sucedido, cuando algo golpeó mi cabeza. Fue un golpe pequeño, de hecho apenas lo sentí. Volteé y uno de los muchachos que hacía un rato observaba, reía. Luego de eso, miré hacia el suelo y había una pelota de papel. 
Por esa vez decidí no decir nada, además Alison había terminado y quería sacarle más información. Estaba hablando con ella tranquilamente, cuando otra bola de papel golpeo mi cabeza.

-Auch!-Me quejé.-Ya van a ver esos idiot...
-Déjalos, siempre hacen esas cosas.-Me interrumpió Alison.-Cuando se aburren dejan de hacerlo.
-Está bien.-Me resigné. Toda esta escena ocurría hablando en un tono de voz bajo ya que la profesora estaba allí. 
-Y que te trajo a Londres?-Preguntó Alison luego de que le contara que provenía de América.
-No lo sé.-Dije ahora.- Aquí viven mis tíos y es una ciudad muy bonita.
-Si que lo es.-Dijo y sonrió.-Pero algo ruidosa.
-Claro, Liverpool es mucho más s..-Estaba diciendo cuando otra bola de papel golpeó mi cabeza, esta vez no me quedaría callada.
-Oh oh.-Dijo Alison riendo.

Yo simplemente volteé y los observé, me recordaban a John. Ellos simplemente reían pero no muy fuerte. 

-Qué mierda les pasa?-Pregunté algo enojada.
-Nada chica nueva.-Dijo uno de ellos. Simplemente volteé y no les preste atención.

-Qué decías?-Preguntó Alison ahora.
-Ah, que Liverpool es un lugar mucho más silencioso, no se oye tanto el ruido de los autos.-Dije y miré hacia la ventada.-Siempre hace tanto frío? 
-Si, es insoportable.-Dijo ahora frotándose las manos. 

Pero no pasó un segundo de que ella terminó de decir aquello. Cuando la última bola de papel voló por los aires y fue directamente hacia mi cabeza, provocando mi enojo y la risa de Alison. Volteé nuevamente y el muchacho que la había arrojado, reía junto a sus amigos.

-Que mierda les pasa?!-Dije ahora en un tono de voz más alto.
-Nada.-Contestó uno y rió.
-Así que nada eh? Sabes que? Puedes meterte esta bola de papel bien en el...-Estaba diciendo algo enojada cuando Alison cubrió mi boca con su mano, sin poder contener la risa.
-Así se habla.-Dijo ella y sonrió.
-Idiotas!-Dije a esos muchachos por último y volteé.

El timbre había sonado, con Alison nos dirigimos hacia un gran patio que había allí. Yo estaba por comer algo extraño que me habían dado de almuerzo, cuando esa chica que había llegado tarde se acercó a nosotras.

-Eres nueva?-Preguntó
-Si, tanto se nota?-Pregunté y ella rió.
-Nadie en su sano juicio comería eso.-Contestó señalando la extraña comida que sostenía en mis manos. 
-Si tu lo dices.-Dije riendo y dejé aquello a un lado.
-Soy Annica.-Se presentó la muchacha.
-Angie, un gusto.-Dije imitándola. 

Las horas pasaron volando, estaba muy cansada y quería irme rápido a mi casa. Afortunadamente, cuando quise darme cuenta ya estaba caminando de regreso. Aún el frío abrumador congelaba cada parte de las grises calles de Londres. Que extraño había sido todo aquello hoy! Aunque si dijera que no tuve miedo estaría mintiendo. 

-Hola.-Dijo alguien detrás mio.
-Oh pero miren quien es, el aficionado de basketball con mi cabeza, que interesante.-Dije sarcásticamente al ver que era uno de mis compañeros.
-Tienes carácter, me gusta.-Dijo y sonrió, yo solo lo miré extrañada.- Soy Steven.
-Ah, yo soy Angie.-Dije ahora algo desinteresada, pero este chico me recordaba, por alguna razón que aún no comprendía, a Roger Taylor, el baterista de Queen. Observándolo mejor, se parecía un poco a él.

Cuando me quise dar cuenta, estaba a una calle de mi casa y allí a tan solo unos pasos estaba Félix. No solo él sino que además de Iván estaban con John y sus amigos. ''Oh no'' pensé, ahora comenzarían a molestarme pese a que les explicara que apenas sabía el nombre de aquel chico...  

miércoles, 25 de enero de 2012

Capítulo 43

Me dirigí lentamente hacia donde creía que debía sentarme. Una chica de unos grandes y curiosos ojos oscuros me esperaba con una sonrisa. Su cabello era sumamente rizado y a medida que se acercaba a las puntas era cada vez más claro. Tenía guantes en las manos, cabe aclarar que aún hacía muchísimo frío.

-Hola soy Alison Simpnov.-Saludó amablemente.
-Hola, yo Angie.-Respondí con una sonrisa y me senté a su lado.
-Bonito nombre.-Dijo mientras todos hablaban.
-Qué es eso...-Pregunté y me detuve allí ya que alguien estaba entrando por la puerta.

Era otra alumna que al parecer había llegado tarde. Parecía estar cansada y con malhumor. Era alta con el cabello negro como la noche y sus ojos eran como dos estrellas, era muy bonita, bueno de hecho en todos los cursos siempre había alguien así.

-Llegas tarde Annica.-Dijo Albert a aquella muchacha.
-Ya sé.-Contestó insolentemente, Albert solo hizo un gesto de desaprobación.  

Pasó la vista por cada una de las mesas y al llegar a la nuestra se quedó mirando, e hizo un gesto de desagrado y fue a sentarse, pero no sin antes mirarme  algo mal. 

-Qué me decías?-Preguntó Alison volteando hacia mi.
-Qué decía de que? Ah si! Qué es aquello que...-Estaba diciendo pero ella me interrumpió.
-Qué cosa?-Preguntó preocupada.
-No lo sé, me encontré con algo extraño en el pasillo.-Dije y bajé la vista.-Por eso llegué algo tarde.
-Oh no!-Dijo aún más preocupada.-No puedo creer que ya esté atormentándote.
-Como sabes de que hablo?-Pregunté intrigada entre todas las voces que se oían allí.
-Todos sabemos perfectamente de que se trata.-Dijo ahora seria.-Pero nadie habla sobre él, ten cuidado, una vez que te acostumbras no es tan extraño. 
-Para mi siempre será extraño!-Dije ahora.
-Lo sé, él siempre solía molestarme cuando yo era nueva.-Contestó y bajó la vista.-Pero solo lo hace por diversión. 
-No conmigo.-Dije seria, realmente no quería que un extraño ser me moleste.
-No hagas nada estúpido, ten cuidado, enserio.-Dijo ella seria, pero tuvo que guardar silencio, ya que una profesora había entrado.

Era algo seria. También era un poco mayor, pero no tanto, de seguro la ropa de anciana que usaba la hacía ver como tal. Entró caminando como toda una señora inglesa elegante, y acomodó su maleta sobre el escritorio, a continuación observó el lugar.

-Buenas tardes alumnos.-Saludó cordialmente.-Yo seré su profesora de matemáticas, ahora realicen estos ejercicios, en 15 minutos deben estar listos. Esto se hace así...

Dicho esto, la profesora, comenzó a copiar millones de números y cosas extrañas. Por suerte a mi siempre me había ido algo bien en el colegio, no porque me gustase, de hecho lo detestaba, pero más que nada había sido por obligación de mis padres. Por lo tanto, sin prestar atención a lo que decía la profesora, como la mayoría de los alumnos, comencé a realizar los ejercicios. No pasó mucho tiempo, cuando ya los había terminado. Por lo tanto, comencé a observar a cada uno de mis compañeros, Alison estaba demasiado concentrada.

Al fondo, había un grupo de chicos que me llamó la atención. Todos llevaban un peinado al estilo Elvis, y por cierto ninguno estaba haciendo los ejercicios ni nada por el estilo. Al parecer llevaba mucho tiempo viéndolos, por eso volteé. Estaba muy concentrada recordando lo que había sucedido, cuando algo golpeó mi cabeza...






Hola(?

Capítulo 42 Welcome to the jungle

Nunca pensé que vería algo así. Ambos nos quedamos petrificados en donde estábamos parados. Yo tenía miedo, mucho. Pero por el contrario, en su rostro se dibujó una diabólica sonrisa de oreja a oreja.


Paso a describirlo, para terminar con el misterio de una vez, y comprendan el por qué de mi miedo. Era una criatura extraña. Su altura no superaba 1 metro aproximadamente. En su rostro podía notarse que era una criatura sombría, en especial en sus ojos. Estos eran del color del fuego, algo más rojizos, con grandes pupilas negras. No reflejaban algo así como maldad, más bien era como picardia o travesura. Sus finas cejas adornaban su rostro dándole un toque más diabólico aún.
No llevaba ropa pero desde la cintura hacia abajo estaba cubierto totalmente de pelos, como si llevase un pantalón. Y una larga cola que se enroscaba en la punta, lo adornaba, era como una especie de demonio pequeño, pero a diferencia de este, su piel era de un color parecido al amarillo. Sus pies eran como los de un animal, solo que tenía las uñas sumamente largas, al igual que las que cubrían los dedos de sus manos. 


Dejé caer involuntariamente el estuche de mi saxofón al verlo, era demasiado terrorífico, en especial porque los pasillos estaban completamente desiertos y casi oscuros. 


De pronto bajó su mirada hacia mi rodilla herida y al mismo tiempo en que levantaba una de sus cejas en forma de curiosidad, esbozaba una perversa y maligna sonrisa. Luego de eso, de forma muy desubicada, dejó escapar una carcajada. No se ustedes, pero yo no podía permitir que una criatura se riera de mi. Como habrán notado, soy algo irritable. Razón por la cual no dudé un segundo y le arrojé un libro. Su expresión cambió completamente, mientras el libro volaba por los aires estaba algo sorprendido. Pero el libro fue directo a su brazo derecho, causándole una pequeña lastimadura al golpearlo.


-Aaaah!-Dijo quejándose, tenía una voz fina y ronca. Cundo levantó la vista, su rostro cambió completamente, estaba muy enojado.


Ese fue el único instante en el que me arrepentí de haber hecho eso, quién sabe que podría ser capaz de hacer en venganza? En ese momento el pequeño y diabólico animal salió corriendo por el pasillo que había venido. Sin dudarlo dos veces, atraída por la curiosidad, comencé a perseguirlo. Pero lamentablemente lo había perdido de vista.


Me resigné, por el momento no quería más aventuras, ni meterme en problemas, al menos no el primer día de clases. Luego de eso, me dirigí aún con miedo, a buscar los libros y el saxofón que habían quedado en el otro pasillo. Afortunadamente, aún estaban allí.


Me dirigí lentamente y atenta hasta donde suponía que estaba el aula a la que debía ir. Y allí estaba, se escuchaba un gran ruido del otro lado de la puerta, muchas personas hablando. Miré el reloj y era algo tarde, por lo que suspiré y abrí la puerta. Todas las miradas se centraron en mí, era algo incómodo.


-Supongo que debes ser la nueva.-Dijo un hombre con un cuaderno en la mano buscando algo.- Smith?
-Así es.-Dije algo nerviosa.
-Llegas tarde, por esta vez no importa por ser tu primer día aquí.-Dijo amablemente aquel hombre.-Soy Albert, administro las cosas aquí.
-Un gusto.-Contesté, ese hombre parecía amable.
-Chicos.-Dijo y volvió a repetir esa palabra en un tono de voz más fuerte ya que no estaban escuchándolo.-Ella es Angie Smith, y será su nueva compañera.
-Hola.-Dije algo estúpidamente.
-Debido a que hemos tenido muchos problemas de conducta en este curso, las autoridades decidieron que  yo acomodaría sus lugares.-Dijo Albert poniéndose serio, era un hombre algo viejo, pero no tanto.


A medida que iba mencionando muchos apellidos, las personas iban levantándose y cambiando de lugar. Hasta que por último me nombró, seguido de otro nombre, y al notar que no sabía hacia donde ir, aquella persona levantó la mano como para indicar que allí era...






Volvi :D me fui un poco de tema con la historia, no? Espero que les guste y comenten o sino sus apellidos no van a ser McCartney (?)

martes, 17 de enero de 2012

Lalala

Les quería decir que me voy de viaje y por una semana aproximadamente no voy a actualizar. Así que se quedarán con la intriga. Y no, lamentablemente no es Bob Dylan lo que aparece jajaj. Bueno, chau.

lunes, 16 de enero de 2012

Capítulo 41 School days

Me levanté algo molesta y observé el reloj hacía muchos, muchos, muchos días que no me levantaba temprano, por lo menos no a esa hora. Los cuadros, que dormían, fueron despertándose debido al ruido que estaba haciendo, ya que chocaba con todo lo que estuviera allí. 


-Pero miren que interesante.-Dijo una anciana.-La pequeña por fin decide levantarse temprano.
-Lo veo pero no lo creo!-Exclamó otro anciano de un cuadro ubicado un poco más arriba.
-No exageren.-Dije con la voz quebrada, como solía estar cuando recién despertaba.
-Y cuéntanos, para que te has levantado tan temprano?-Preguntó la señora gorda, así la llamaba yo.
-Tengo que ir al colegio.-Dije e hice una mueca de desagrado.-Es mi primer día.
-Oh pero no estás nerviosa querida, todo saldrá bien.-Dijo ahora esta señora.
-Si, recuerda prestar atención y ten cuidado en la calle, los jóvenes están cada día más rebeldes.-Dijo otro anciano en un tono de desaprobación.
-Si, como digan.-Dije y observé el impecable uniforme que estaba radiante sobre mi cama.


Me cambié rápidamente, ya que el frío no cesaba desde la noche anterior. Por lo tanto me puse mi adorado gorro, además de que influenciaba el hecho de que lo había tocado uno de los más grades guitarristas de la historia, me refiero a Keith Richards. 
Me miré al espejo y que podía esperarse de un uniforme tan horrible y común como aquel? A decir verdad no era tan horrible, solo que todo lo que provenía del colegio me parecía un tanto estresante. Sin embargo tenía esa pequeña emoción del primer día.


Bajé apresurada la escalera, casi caigo en el trayecto, pero me sostuve de una mesita que tenía una lámpara.  No hace falta aclarar que esta última rompió. En ese momento el dolor me hizo recordar el golpe en mi rodilla. 
-Juliet, ayer tropecé con la nieve y me lastimé. No hay alcohol o algo por el estilo?-Pregunté observando una gotita de sangre que se asomaba por la herida.
-Si claro, ya te traigo.-Dijo y salió de la habitación.


Mientras tanto yo me senté en el mesa a tomar el desayuno, tanto Félix como Jim no se encontraban. Al cabo de unos segundo Juliet volvió con alcohol y vendas, como cualquier mujer exagerada de la época. Luego de eso tenía la rodilla vendada y no era para menos, aún sangraba mucho, al parecer había caído sobre algo.
-Sabes? En el colegio tienes una asignatura en la que debes escoger de forma obligatoria un instrumento.-Dijo Juliet bebiendo té.-Generalmente las niñas suelen tocar el piano o el violín.
-No, nada de eso, quiero guitarra.-Dije y pensé mejor. Todos los años de mi vida desde que tenía 6 años he estado tocando la guitarra.-Mejor no, quiero cambiar, tiene que ser algún instrumento extraño...
-Angie, insisto, el violín es algo muy lindo y femenino.- Dijo nuevamente Juliet.
-Saxofón! Eso es, quiero tocar el saxo!-Dije emocionada.


Pese a las insistencias de Juliet, yo estaba decidida, quería un saxofón. Por lo que no quedó más remedio y nos dirigimos a una tienda de instrumentos musicales, aún quedaba el tiempo necesario. Era un antiguo y hermoso lugar, los instrumentos como las guitarras no estaban tan caros ya que en esa época no se lo tomaba a la música como algo con lo que te pudieses ganar la vida, a diferencia de unos años después. Para ''alegrar'' la compra, el vendedor también se unió a Juliet y ambos insistían en que debía tocar el violín, pero no! Yo estaba completamente convencida con mi elección.


Al salir de la tienda yo estaba sumamente feliz sosteniendo el estuche de mi saxofón. Juliet me especificó donde quedaba la escuela ya que ella debía irse a hacer otras cosas, no era muy lejos de allí. Así que me dispuse a caminar pero tan solo en la siguiente calle estaban Iván y Félix, y desgraciadamente no había otro camino, así que tuve que ir por allí.
-Hermanita!-Dijo Félix fumando.
-Que haces aquí?-Pregunté.
-Nada.-Dijo y recordé que él afortunadamente entraba más temprano al colegio, por lo que ya debería haber salido.
-Que es eso?-Preguntó Iván observando el estuche.
-La cabeza de mi última víctima, ahora si les importa, se me hace tarde.-Dije observando la hora.


No me interesaron sus comentarios que oía a los lejos, debido a que ya había emprendido camino nuevamente hacia la nueva escuela. Si no me apuraba iba a llegar tarde pero mi herida pierna me impedía caminar más rápido. Luego del camino durante el cual el frío estaba congelándome, llegué. 


Una gran puerta de madera se situaba detrás de una verja antigua en la cual estaban grabas las siguientes palabras ''London High School'' si bien me costaba un poco acostumbrarme al idioma inglés, lo entendía perfectamente. Al entrar un pequeño camino de piedras grises me conducía hasta la entrada, al rededor descansaba un hermoso y a la vez extraño jadín lleno de plantas. Tenía asientos de madera y una fuente, un poco más alejado,se encontraba un asta con la bandera británica flamante en las alturas. Era un bonito lugar.
Dejé de prestar atención a aquello y empujé la gran puerta de madera. ''Aula 210'' Repetía en mi cabeza para no olvidarme. Al entrar del lado izquierdo se encontraban todos los casilleros y del derecho algunos asientos y cosas que suele tener una típica escuela. Pero esa no era una típica escuela, era algo más oscura y silenciosa, ya no había alumnos en los pasillos. Por un momento creí que me había equivocado de colegio, pero por las descripciones que me habían dado las personas, no me equivocaba. Frente a mi cruzando todo el pasillo, se encontraba otro pasillo más atravesándolo. Oí pasos pequeños y ruidosos que provenían de ahí. Cada vez se hacían más fuertes, como si alguien viniera corriendo. Y de pronto algo dobló el pasillo que atravesaba al otro, quedando frente a frente con mi persona, solo que a varios metros de distancia.
Era algo que no pensé que iba a ver jamás.
No en aquel lugar.
Siquiera pensé verlo en esta vida...

Capítulo 40

Luego de eso, Félix desapareció, seguramente iba a Liverpool, pero raramente hoy no tenía ganas de ir allí.


Iba caminando por las calles de Londres, que ahora comenzaban a estar repletas de nieve. Llevaba mis manos arremetidas en lo más profundo de los bolsillos de mi abrigo. Cubría mi pelo con un gorro de lana gris, y aún tenía la bufanda que protegía mi garganta del insoportable frío. Los copos de nieve se derretían al golpear contra mi rostro, y cada vez que respiraba un pequeño vaho, como vapor, se escapaba por mi boca. En la nieve que se encontraba ya cubriendo la calle, podían notarse pisadas, como las que yo estaba dejando.
Una fuerte ráfaga recorrió la calle, y tuve que sostener mi gorro para que no se fuera con el viento, pero demasiado tarde, este ya se lo había llevado. Volteé y lo vi alejarse revoloteando con el viento. No lo dudé un segundo y salí corriendo tras él, era mi gorro favorito y además muy calentito, no iba a dejar que una ráfaga de aire se lo llevase.
Parecía una completa desquiciada corriendo tras un gorro, tropezándome con la nieve. Mientras desde allí podía observarse a las personas que estaban dentro de sus casas, al lado de un reconfortable fuego, cómodos. No se si han intentado alguna vez correr por la nieve, mirando hacia las casas, y no al frente, pero no se los recomiendo. Como lo habrás imaginado, o tal vez no, caí de lleno al suelo, golpeándome la rodilla. Luego de largar varios insultos, y levantar la vista, noté que un chico me había extendido su mano. La tomé, y este me ayudo a levantarme. Era Keith! Hacía tiempo que no lo veía, él también llevaba un gorro e iba bastante abrigado como yo.
-Estas bien?-Preguntó preocupado.   
-Claro.-Dije y sonreí, pero la verdad era que me dolía bastante.
-Pero, si estás sangrando.-Dijo observando mi rodilla, la sangre había traspasado mi pantalón, pero no era nada por lo que preocuparse.
-No te preocupes.-Dije y agregué.-Me pasa todo el tiempo, soy muy torpe. 
-Ya veo.-Dijo sonriendo y me extendió algo.-Creo que te pertenece.
-Gracias!-Contesté emocionada, era mi gorro. 
Sin esperar ni un segundo, me lo puse de nuevo, y cubrió mi cabeza el frío abrumador. Pero algo me hizo pensar, qué hacía Keith ahí? Según sabía, él vivía en un pueblo alejado de Londres, o algo así.
-Y qué haces aquí?-Pregunté ahora, pero no sonó como lo hubiese deseado, sonó como un reproche o algo parecido.
-Tengo que darte explicaciones?-Preguntó y rió. 
-No, yo solo preguntaba.-Dije y bajé la vista, observando las huellas de la nieve.
-Solo daba un paseo, ya sabes, para despejar mi mente.-Dijo ahora y sonrió.
-Para congelar tu mente habrás querido decir.-Dije  haciendo referencia al frío y me cubrí gran parte del rostro con mi bufanda.
-No.-Contestó y rió.- Me gusta este clima para salir a dar un paseo.
-Extraños gustos.-Dije ahora escondida en mi bufanda.
-Ven vamos a tomar algo.-Dijo y me extendió su mano.
La tomé, y me paré con algo de dificultad, todavía me dolía la rodilla, pero en parte estaba exagerando. La nieve caía cada vez con más fuerza, me encantaba. En mi ciudad no nevaba, así que eso no era algo común para mi.
-A donde vamos?-Pregunté aún sosteniendo su mano, no me había percatado de aquello. 
-No sé.-Dijo ahora y observó que yo aún sostenía su mano. Lo que me hizo sonrojar y la solté, él solo rió.
Luego de caminar un buen rato con los pequeños copos de nieve cayendo y derritiéndose al contacto con nuestra piel, encontramos una cafetería.
-Vamos allí?-Preguntó observándola.
-Claro.-Contesté.


Nos dirigimos hacia esa cafetería que estaba ambientada como una de los años 50. Un tocadiscos reproducía ''Blue suede shoes'' De Elvis Presley y muchas parejas de adolescentes con peinados extraños bailaban al compás de esa fantástica canción.


Yo había ordenado algo así como chocolate caliente, ideal para el frío, mientras que Keith tomaba cerveza, nada fuera de lo normal. Luego de una extensa, verdaderamente extensa, y divertida charla con él, noté que las calles estaban comenzando a ser sepultadas bajo una gruesa capa de nieve.
-Oh oh, Keith creo que ya deberíamos irnos.-Dije observando hacia afuera. 
-Tienes razón.-Comentó preocupado.


Luego de eso, no se que hizo pero según lo que dijo, con sus ''encantos'' había conseguido que la camarera no le cobrara nada. Eso me causó gracia, ya que según me habían contado, John hacía lo mismo. Una vez afuera, el frío me invadió de nuevo. 
-Adiós Keith.-Me despedí de él.
-A donde vas?-Preguntó.
-A mi casa, antes de que muera congelada.-Dije y reí.
-Déjame acompañarte.-Dijo ahora exagerando su acento, por lo que reí.
-Como quieras.-Contesté y comencé a caminar.


Luego de unos minutos estábamos cruzando una gran avenida a todo lo que daban nuestras piernas. No sabíamos,o por lo menos yo, por qué corríamos pero era divertido. Las personas que iban dentro de los autos a los que impedíamos el paso, se quejaban por lo que conseguían como respuesta un gesto de Keith que no se si es apropiado describir. Yo solo reía al ver el enojo que causaba eso en la gente.
-Aquí es.-Dije ahora frente a mi casa.
-Que lindo lugar.-Dijo observándolo.-Bueno, tengo que irme adiós.
Lo saludé con la mano mientras entraba a casa. Luego de que hiciera muchas preguntas a Juliet sobre mi nueva escuela y cenar, me fui a la cama. Estuve un largo tiempo pensando si volvería a soñar con aquel extraño lugar. Pero solo logré soñar algo más extraño aún: Estaba en la ''nada'' y de pronto aparecía Marilyn Monroe diciéndome que no debo usar dentadura postiza. Lo sé, muy raro, pero ya estaba acostumbrándome a esa clase de sueños. 


-Vamos Angie, arriba, no querrás llegar tarde a tu primer día!-Oí a Juliet despertándome...




Capítulo largo e.e acuérdense de comentar porque a mi amigo el unicornio azul no le gusta usar zapatos (?) Roquet siempre me decis que comparta mis hongos alucinógenos, ahí los tenes, cortesía de Brian Jones jajaj

domingo, 15 de enero de 2012

Capítulo 39

Abrí los ojos algo frustrada, ese sueño estaba comenzando a ponerse mejor, y ¡Zaz! me despertaron. Escondiéndome entre las sábanas y tapando mi cabeza con un almohadón, me quejé.


-Que diablos pasa?-Pregunté quejándome.
-Debes levantarte ya, el desayuno está listo.-Contestó alguien con voz de mujer, de haber sabido que era Juliet, no hubiese dicho eso.
-Perdón Juliet, creí que era Félix molestándome.-Me disculpé saliendo de mi escondite entre las mantas.


Luego de eso, ella salió por la puerta y yo me dirigí al gran armario. Tomé lo primero que encontré y salí de mi habitación, pero no sin antes saludar a los extraños cuadros.
-Buenos días.-Dije.
-Hola.-Contestaron casi al mismo tiempo.


Hecho esto, bajé la escalera y me encontré con la típica escena de los domingos por la mañana. Félix desayunaba como si fuese la última vez, Juliet bebía té mientras leía revistas para señoras y Jim leía el periódico y cada tanto se quejaba de alguna cosa. 
-Buenos días.-Dije animada sentándome frente a mi hermano.
-Hola enana de jardín con cabello de Tina Turner.-Dijo y rió de una forma muy estúpida, me recordó a la risa de Ringo.
-Idiota.-Susurré y toqué mi cabello, y si, estaba muy despeinada. 


Luego de un extenso tiempo allí, desayunando, el cual nos dedicamos con Félix a buscarnos apodos graciosos, Juliet terminó su té y con una sonrisa nos dijo lo siguiente:
-Apresúrense, debemos ir a comprar los uniformes para el colegio.-Dijo ella.
Siempre me había parecido una tarea torturante, ya que a decir verdad, todo lo que proviniese del colegio me parecía una tortura. Cuando Juliet decía apresúrense, significaba apresúrense y con todas las letras, ella tenía la última palabra en todo lo que hacíamos. Aclarado esto, prosigo con el relato de ese aburrido domingo. 
Estábamos saliendo de la casa, hacía mucho frío allí. Qué peor que invierno en Londres? Nada. Yo salí con una bufanda cubriendo gran parte de mi cara, pero por lo menos no sentía frío.
-No vienes Jim?-Pregunté. 
-Ni loco.-Dijo y rió.
-Como quieras, adiós.-Me despedí y cerré la puerta.


Lo diría de nuevo, pero creo que se comprendió que allí el frío era insoportable. De un segundo a otro, estábamos en una tienda, con muchas personas dentro de ella, yendo y viniendo cargadas de bolsas. Una señora hablaba con Juliet mientras le mostraba ropa. Según ella debía ser un poco más grande, para que dure al año próximo. Era el típico uniforme, un saco azul al igual que la falda, medias largas y blancas y una corbata roja: asqueroso. Pero tenía un lado bueno, hacía acordarme a Angus Young, y ese sería un buen motivo para llevarlo todos los días. 
Al cabo de una larga caminata y muchas compras, lo que incluía cuadernos, lapices, gomas de borrar, libros y todas esas estupideces que se necesitaban. El lugar donde vendían esas cosas, estaba que explotaba de gente. Me recordaba a esa escena de Harry Potter en la que él iba a un lugar parecido a buscar libros, o algo así. Estas comparaciones algo estúpidas son para que entiendan el estado en el que estaba el lugar. Lleno de señoras con peinados extravagantes y vestidos horrendos. 
Al terminar de hacer todas esas frustrantes y aburridas compras, Juliet nos dejó libres. 
-Pueden irse, pero no regresen tarde, mañana comienzan a ir al colegio.-Dijo recordándomelo por décima octava vez. 






Que capítulo feo, no me gustó pero bueno. Tengo una sorpresa con eso del colegio, así que lean o sino los enveneno con una tanga del unicornio del 5to arcoiris de la séptima luna de Júpiter.
Comenten y nadie saldrá herido (??)

sábado, 14 de enero de 2012

Capítulo 38 I'm going to Strawberry Fields

Ya era tarde, el lugar estaba comenzando a tornarse cada vez más peligroso. Y sinceramente no tenía ganas de estar entre peleas de borrachos en un bar. En especial porque eso era como una mafia, si se metían con uno, se metían con todos. 


-Hey Pete, viste a mi hermano?-Pregunté a Shotton.
-Yo no tengo hermanos.-Dijo ahora, lo que me causó gracia, verdaderamente estaba en un estado deplorable.
-Lo sé, te pregunto si viste a Félix.-Dije aclarándole las cosas.
-No, no lo vi.-Contestó.
-Bueno, gracias.-Dije observando el lugar. 


En ese momento algo nos llamó la atención. John venía hacia nosotros, caminando triunfalmente. Estaba muy despeinado, y venía acomodando su saco.


-Hola.-Dijo y esbozó una sonrisa.
-John que estabas haciendo? Eres un...-Estaba diciendo, pero él me interrumpió.
-Tranquila niña.-Dijo y rió.-Solo era otra más que cae a los pies de el apuesto y admirable John
-Que chica idiota.-Susurré.


No supe bien como, pero el tiempo había pasado verdaderamente rápido. Al cabo de unos minutos había encontrado a mi hermano y los demás. Luego de una larga e interminable hora, ya estábamos en casa.


-Estas no son horas de llegar.-Se quejó Juliet. 
-Lo sé, perdón.-Me disculpé.
-No volverá a pasar.-Dijo Félix tratando de safar de esa situación. 
-Claro que no, el lunes empiezan a ir al colegio. No podrán acostarse tarde.-Dijo Juliet algo molesta.
-Qué?!-Pregunté perpleja, había olvidado completamente que debía ir al colegio.


Luego de esa charla nos fuimos a dormir, cada uno a su habitación. Según lo que nos había explicado Juliet, yo iría a ''London High School'' o algo así, debido a que me quedaban aún 2 años. Por el contrario, y algo injusto, Félix podría ir al instituto de Livepool con Iván, Mary, Shotton y todos ellos, ya que a él solo le quedaba el último año. Eso me causaba algo de enojo, ya que comenzaría en un lugar diferente, en una época diferente, sin conocer absolutamente a nadie. Nunca me acostumbré a llevarme bien con la gente de mi antiguo instituto, ya que como mis padres tenían mucho dinero, me habían llevado a un lugar donde todos lo tenían, y eran verdaderamente insoportables. Sin embargo, algo me decía que no sería el típico estereotipo de cinco idiotas atormentando a todo el colegio.
Pensando y pensando como sería todo esto, me quedé profundamente dormida. A los pocos segundos desperté algo confundida en un lugar extraño. Las plantas estaban exageradamente largas y descuidadas. Era un lugar muy curioso, lleno de algo que causaba adrenalina. Si pudiera, me hubiese quedado a vivir en aquel lugar. Los pájaros cantaban en las copas de los árboles, y todo ese lugar tenía algo mágico. Una reja roja separaba el lugar donde yo estaba parada, y otro aún más curioso. Caminé hacia allí lentamente, y pasé mi mano por una sucia placa, para leer lo que el polvo impedía. ''Strawberry Field'' En ese momento en el que atravesé esa pequeña e interesante puerta roja, comenzó a sonar de algún lugar  ''Straberry Fields Forever'' (Ahora pongan de fondo esa canción) Era algo sumamente extraño, no podía afirmar de donde venía aquella música. Parecía estar en un mundo de sueños abrumador y surrealista. A medida que avanzaba mi caminata, las cosas se hacían cada vez más interesantes. Hubiese deseado quedarme allí una eternidad, para poder apreciar todo ese paisaje que me rodeaba. Unos pasos se oyeron detrás de mi, volteé rápidamente. Era una niña, tenía el cabello rojo, del mismo color que las fresas que nos rodeaban. Sus ojos tenían un toque de diversión, y eran verdes como las hojas de los árboles de ese extraño lugar.
-Ya voy, no hagas estupideces!-Dijo ella.
-Qué?-Pregunté confundida.


-Angie, Angie!-Se oía una voz, llamándome.
Todo se volvió confuso y en un segundo, desperté, todo había sido solo un extraño sueño... o no?