sábado, 4 de agosto de 2012

Capítulo 69

El día estaba totalmente despejado, y el sol radiante hacía notar que la primavera estaba llegando. Los autos estacionaban frente al campus y los muchachos con peinado similar al de Elvis, escuchaban rock and roll en viejas radios. Por otro lado, las muchachas con vestidos a cuadros charlaban en pequeños grupos o simplemente leían a la sombra de un árbol.

La campana anunció el final de la jornada y varios adolescentes salieron corriendo como si no hubiesen visto la luz del día en 5 años. Y entre todos ellos había un particular muchacho. Era alto, o por lo menos que respecto a mi, aunque conseguir superar mi altura no era tan difícil. A simple vista parecía alguien como cualquier otro, pero al observarlo mejor, era el inconfundible Alfred. Llevaba varios libros con su brazo derecho, cuyos títulos eran ''Mecánica cuántica'' ''Física nuclear'' etc.

Félix me dedicó una mirada cómplice, ambos nos dirigimos hacia donde estaba el muchacho.


-Hola.-Saludé, él pareció no entender.
-Hola.-Contestó sin detenerse y ambos caminamos a su lado.
-Alfred espera.-Dijo mi hermano tratando de alcanzarlo.
-Como sabes mi nombre?-Se detuvo.
-Bueno, es una larga historia.-Comencé a explicar.
-Tengo tiempo.-Contestó.
-Preferiría explicar esto en otro lado.-Dijo Félix observando la cantidad de gente que allí había.
-Bueno, yo estaba en camino hacia la cafetería.-Propuso él, aunque algo distante, es decir, cualquiera lo estaría si vienen dos desconocidos que saben tu nombre.
-Bueno, por donde empezar...-Se enredaba Félix mientras acompañábamos a Alfred.-Nosotros no pertenecemos aquí.
-Ah, y que tiene eso de especial?-Preguntó sin comprender exactamente que quería decir.
-Venimos del futuro.-Dije sin más.
-Y como es eso posible? Además, de que forma puedo saber que eso es verdad...


Félix comenzó a explicarle como Alfred, en el futuro, lograría alterar la composición de cierta materia y separar el conjunto espacio-tiempo. Él pareció estar completamente satisfecho y asombrado, en especial cuando nombramos a todos nuestros parientes, como comprobación de que verdaderamente en el futuro seríamos sus sobrinos.


-Eso quiere decir que además de ser posible, tendré éxito en esto?-Se asombró.
-Bueno, no lo sé exactamente.-Dije.- Pero no vinimos a contarte específicamente eso, hay un problema.
-Cuál es?
-Bueno... resulta que estábamos en una feria y un auto estaba por arrollar a un muchacho y yo lo detuve.
-Y a mi que?-Preguntó Alfred.
-Ese muchacho es nuestro padre y quien iba en el auto, nuestra madre. En simples palabras, evitamos su primer encuentro.
-Eso es terrible!-Se lamentaba el joven mientras caminaba de un lado a otro.
-Dime algo que no sepa..-Dije.
-Angela! Compórtate.-Agregó Félix.
-Tengo un plan, aunque sería algo perturbador.-Concluyó su caminata el joven, con una expresión de esperanza.
-Te escuchamos.-Comencé.
-Tu..-Dijo observando a mi hermano.
-Félix.-Completó él.
-Gracias, como decía Félix debes anotarte en el colegio al cual asisten, y de alguna forma unirlos.-Dijo pensativo.-Debes hacer que tengan un encuentro a solas...
-Eso es asqueroso!-Me quejé.
-No me refiero a eso.-Se excusó Alfred.
-Y yo que hago?-Pregunté.
-Por ahora..-Pensó.-nada.
-Já, eres inútil!-Dijo de forma burlona mi hermano.
-Preferiría que no hubiese más enrriedos en esta situación.-Concluyó.
-Estoy de acuerdo.-Dije.-Sería muy perturbador ser amiga de mis padres jóvenes.
-Y crees que para mi no lo es?-Se quejó Félix, aunque esta situación parecía emocionarlo.
-Yo no fui quién ocasionó el problema.-Me excusé.
-Chicos, amaría quedarme a hablar sobre los hechos futuros, pero realmente estoy muy ocupado.-Dijo y nos entregó un papel.-Aquí está la dirección del colgio, y esta es la de mi departamento, me gustaría mantenerme al tanto.
-Gracias.-Contesté tomando el papel arrugado y guardándolo en un bolsillo de mi abrigo.
-Adiós.-Dijo y se alejó.


Félix me dedicó una mirada que no pude descifrar muy bien, pero estaba nervioso, y eso era muy claro.


-Y ahora?-Preguntó.
-Ya lo escuchaste, vamos.
-A donde?
-A tu nuevo colegio!-Dije y reí de forma diabólica.


Fuimos caminando, nunca habíamos estado por ese lado de la ciudad, o al menos yo. Era simplemente hermoso. Llegamos al dichoso lugar. Aún eran horas de clase, razón por la cual no había muchos estudiantes afuera.


-Hola, venimos por una inscripción.-Consulté a la mujer que se encontraba en el mostrados.
-Si, como no.-Dijo revolviendo papeles.-Estos son los requisitos, la inscripción es la semana entrante.
-Muchas gracias.-Contestó mi hermano.


Salimos de allí bajando por una inmensa escalera. 


-No quiero dejar Quarry Bank.-Rompió el silencio.
-Debes hacerlo.
-Pero... y los chicos? Y John?
-Estás hablando enserio?-Reí, lo había dicho con un tono de voz muy melancólico.-Podrás regresar cuando soluciones esto.


No pareció estar muy convencido, por no le quedó otra opción. 
La semana pasó muy rápido, John venía a menudo a casa a hablar sobre su banda (Si, Félix seguía en Londres). Aún no le había comentado sobre su cambio de colegio, aunque conociendo a Lennon, no le interesaría, y mucho menos sabiendo que quedaba poco tiempo para terminar.


El despertador retumbó en toda la casa. Me desperté sobresaltada, había soñado algo que merecía ese estado de ánimo, pero no recordaba que. En fin, era lunes, eso significa que Félix iría al mismo colegio que nuestros padres. Tengo que admitir, que era algo emocionante.












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