jueves, 26 de enero de 2012

Capítulo 46 Boys, don't cry


-Qué sucede?-Preguntó observándome algo triste.
-Nada, solo pensaba en los viejos tiempos.-Dije observando a los niños del parque.
-Suele pasar.-Contestó con la mirada perdida. 


Luego de eso, pasaron varios minutos de silencio. Solo se oía el ruido de las gotas de lluvia cayendo suavemente en el suelo. Ese silencio estaba comenzando a incomodarme, pero por contrario, a Keith parecía no molestarle en lo absoluto. 


-Que silencio.-Bromeé.
-A veces es lo mejor.-Dijo y volteó a verme.
-Supongo, yo solo decía.-Contesté y dejé escapar una risita, pero luego volví a ponerme seria. No entendía bien por qué, pero sentía como si reír estuviese mal, era un sensación extraña.
-Vamos Angie, no me gusta verte así.-Dijo él serio y me abrazó. Simplemente no podía creerlo.
-Gracias Keith.-Dije separándome de él y sonreí, cosa que imitó.-Y cambiando de tema, que haces por aquí?
-Solo paseaba por el parque y vi un monstruo, pero al acercarme a él, me di cuenta que eras tu.-Dijo y reímos.


A continuación estuvimos hablando un largo rato sobre cualquier cosa, con ese sentido del humor que lo caracterizaba a él. La lluvia caía cada vez más suavemente, no molestaba en lo absoluto. De pronto él saco una de esas radios antiguas que podían llevarse en los bolsillos y comenzó a reproducir canciones de Elvis, Buddy Holly, Chuck berry, entre otros.


-Por qué dios no te hizo Elvis?-Pregunté a Keith riendo, mientras escuchaba una de mis canciones favoritas: Blue Suede Shoes.
-Y a ti por que no te hizo Brigitte Bardot?-Contestó mirándome de arriba a abajo riendo aún más. 
-Yo soy más bonita que ella.-Bromeé ahora.
-Tu crees?-Preguntó sonriendo.
-Oye eso ofende.-Dije exagerando y volteé con aires de diva. Él solo rió.
-Era una broma.-Dijo ahora sonriendo.
-Lo sé.-Dije y le guiñé un ojo, él rió nuevamente. 
-Y como te fue en tu primer día?-Preguntó.
-Hey Keith eres un asqueroso mira que decir que...-Estaba diciendo pero él me interrumpió.
-Tu primer día de escuela me refiero.-Dijo riendo.
-Ahh.-Dije y me sonrojé.-Bien.
-Me alegro.-Dijo observando hacia una fuente que había allí.
-Tengo que irme, debo ir a buscar a Félix antes de que oscurezca mucho.-Dije y me paré del asiento. Lo observé por unos segundos, se veía tan tierno!
-Quieres que te acompañe?-Preguntó.
-No, está bien, gracias.-Dije y sonreí.
-Adiós.-Se despidió y esbozó una dulce sonrisa.


Luego de varias horas,seguía rodando por las calles de Liverpool, aún no encontraba a Félix. Pasé por todos los lugares por los cuales suponía que se encontraba, pero mi hermano era así, impredecible. Nunca se sabía donde estaba. 


-Disculpe señor.-Dije a un panadero que barría la calle.-Ha visto a un chico algo alto, rubio de ojos oscuros? Estaba con otro que tenía el cabello marrón y...
-No digas más.-Dijo aquel hombre.-Si, los he visto, tuve que echarlos de aquí con la escoba. Espera un momento, por qué los buscas? No serás una de ellos, no?
-Para nada.-Dije seria, pero por dentro moría de risa.-Y hacia donde se han ido?
-Hacia allí.-Dijo señalando la derecha.
-Muchas gracias.-Contesté correctamente y me fui de allí.
-De nada, ten cuidado.-Dijo ahora y siguió barriendo la mugre que un largo día de trabajo había dejado allí.


No podía dejar de pensar en que había sido lo que habrían hecho aquellos idiotas para que un simple anciano los corra con una escoba. Con simplemente imaginar una mínima parte de esa escena, ya moría de risa. Aún los colores cálidos del atardecer dominaban el cielo ahora anaranjado, y los últimos tibios rayos de sol del día, se reflejaban en los charcos de agua que habían quedado de la lluvia que hacía un rato había empapado la ciudad.


Iba caminando alegremente, no sabía bien por que razón, pero Keith siempre me contagiaba su buen humor. De pronto vi algo, algo que me llamó mucho la atención. Me acerqué hacia él y lo observé por unos segundos, que bastaron para saber de donde lo recordaba. Ese era el viejo y extraño lugar de mis sueños. Aquel mismo que tenía una hermosa verja roja y la frase ''Strawberry Fields'' adornaba su pared de ladrillos. Una especie de magia tenía ese lugar, causaba en mi algo así como adrenalina. Lo que más me intrigaba era saber por qué había soñado con ese curioso sitio. Así que sin pensarlo dos veces, abrí con algo de dificultad esa vieja puerta de metal... 








Hola :B Largo el capítulo eh! últimamente siento que la historia se está yendo por las ramas (? como muy delirante ya jaja pero que se yo, es así (? 
Comenten :)

1 comentario:

  1. No, por dios, es perfecto! Bueno, quizás un poquitiito n.n pero esta divertido :D
    Paul, te estamos esperando e_e aslkdja

    ResponderEliminar