lunes, 9 de enero de 2012

Capítulo 31 ¡She comes in colours everywhere!

-Gritar no te ayudará, nadie puede oírte.-Dije como toda una psicópata y me acerqué más a él.
-Deberías dejar de ver tantas películas.-Dijo y rió.- Iván ven aquí ahora!! Angie aléjate de mi vil engendro... 
-Oh mira, ahí viene Penélope.-Señalé a la puerta, él se asomó y le estrellé el huevo en la cabeza.
-Eres mala!-Exageró tocándose la cabeza.
-Qué diablos quieres Félix?-Preguntó Iván tallándose los ojos.
-Ya nada, así nuestra relación nunca prosperará.-Dijo Félix y volteó. 
-Que estaban haciendo?-Comentó Iván observando el lugar y rió.
-Hacíamos el desayuno. No te burles de nuestras habilidades culinarias.-Dije riendo.
Al cabo de unos cuantos minutos el desayuno ya estaba listo, claramente lo terminó preparando Iván. Mary y Penélope ya habían despertado. Estábamos desayunando, cuando se me ocurrió romper el silencio.
-Félix leíste la nota?-Pregunté.
-Así es.-Dijo y esbozó una sonrisa de oreja a oreja.
-Cuidado con lo que vayas a hacer.-Dije seria esta vez.
-Y como dormiste?-Pregunto Iván a Penélope.
-Acostada.-Contestó ella, verdaderamente era algo corta de entendimiento. No pude contener la risa, por lo que Iván me dirigió una mirada divertida. 
-Qué le dijo un pez a otro?-Preguntó Mary.
-No lo sé.-Contestó Félix.
-Nada.-Respondió Mary. Yo la miré extrañada, eso me recordó a las locuras que decían los cuadros.
Por alguna extraña razón que aún no comprendía, Penélope llenaba el lugar de gracia, tal vez por su inocencia. Pero cuando entraba a la habitación parecía llenarla de alegría, me recordaba a la canción She's like a rainbow, quién sabe, probablemente en el futuro se la compondrían a ella. 
El día pasó muy rápido, luego de desayunar, nos dedicamos a mostrarle la cuidad a la invitada. Caminamos por los principales centros turísticos de Londres, Mary hacía chistes todo el tiempo e Iván se comía con la mirada a todas las chicas que pasaban, haciendo que Félix se enojara, era muy divertido verlos pelear. 
-Ya basta, no quiero caminar más.-Se quejó Mary, siempre solía hacerlo.
-Vamos Mary, solo faltan unas pocas calles para llegar a casa.-Contestó Félix.
-Déjame descansar.-Contestó y se sentó en el suelo.
Era verdad, habíamos caminado mucho, habíamos recorrido casi toda la ciudad. Luego de descansar unos minutos, decidimos seguir, claro que Mary no quería, pero ella era muy floja. Por fin, agotados de ese largo paseo, llegamos.
-Recuérdenme no volver a caminar.- Se quejó Mary otra vez.
-Deja de exagerar.-Contestó Iván y sonrió. 
-Debemos llevar a Penélope al hotel.-Comentó Félix. 
-No se molesten.-Respondió ella amablemente.
Pero Félix decidió acompañarla. Mary, Iván y yo nos quedaríamos en casa. Pasaron unos minutos de que ellos habían partido,pero el silencio se había apoderado del lugar. 
-Ya regresaron los chicos?-Preguntó Mary, casualmente yo estaba por decir lo mismo.
-Así es.-Contestó Iván.- Cuando vuelva Félix podríamos ir a visitarlos.
-Claro!-Dije emocionada, Mary me dirigió una mirada.
-Tengo sed.-Dijo ella.
-Bien por ti.-Contesté ahora.
-Yo también.-Agregó Iván.
-Angie tráenos algo.-Dijo Mary.
-Está bien.-Respondí y fui hasta la cocina de mala gana.
Pensé en hacerles alguna broma, algo así como ponerle cosas raras a la bebida. Pero busqué y no encontré nada que pudiera serme útil. Busqué en todas partes, incluso en mis bolsillos, pero me resigné a no jugarles una broma esta vez. Ahora caía en la cuenta que había estado aproximadamente 15 minutos en la cocina. Así que serví agua y me dirigí a donde se encontraban. Ellos estaban muy cerca, demasiado, parecían estar a punto de besarse. Aclaré mi garganta para llamarlos.
-Aquí tienen enamorados.-Contesté y reí. Iván tenía una expresión de frustración, amaba interrumpirlo.
-Gracias.-Contestó Mary
En ese momento Félix entró por la puerta principal, seguido por Penélope. En ese momento le exigí a él que me llevara a Liverpool y aceptó, ya que quería presentar a la francesa a los chicos. Luego de un largo viaje, por fin estábamos allí. Los nervios me carcomían, qué si había cambiado el futuro? Pero ya tenía un plan: Si Stuart regresaba, viajaría al momento en el que lo besé para evitar hacer eso. Tal vez eso ayudaría en algo. Bajamos del autobús, las estrellas brillaban en el cielo, esa noche el destino llevaba un elegante traje de suspenso...

2 comentarios:

  1. Me lo iba a comer y no me dejaste .__. xdd
    sjhfsjfdkhdsf me dejas con la intriga :c Espero el 32 >:c ♥

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  2. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyy no no no no ¿porqué le dejas hasta ahí? ay eres mala :(

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