Ese gorro ya me había causado bastantes problemas. Pero era demasiado lindo y abrigado como para no afrontarlos por él, y el hecho de que había estado en las manos de Keith influía mucho en mi amor por ese gorro.
Empujé la puerta un algo de dificultad y observé disimuladamente a Pete, él lo notó por lo que rió, pero tenía una expresión de desaprobación en su rostro. Entré y miré hacia los lados, pero no había más que el hombre que limpiaba, con quien solía hablar muy seguido, era un hombre muy alegre.
-Hey Angie! Que buscas por aquí?-Preguntó.
-Olvidé una cosa en el salón de clases.-Dije observando hacia los pasillos.
-Ah entonces bien, ve a buscarlo, si necesitas algo solo llámame, estaré aquí limpiando un poco, y sabes a lo que me refiero.-Dijo el en tono paternal y me alejé de allí.
Caminé y caminé por los desolados pasillos. Aún quedaban uno o dos estudiantes que debían rendir algún examen a esa hora, pero nadie más. Era aterrador para quien no estuviese acostumbrado, pero a mi me parecía terrible la idea de que una criatura pequeña atormentase a todo el colegio. Porque muchas personas, inluyendo Pete y Steve, siempre evitaban hablar del tema.
Pensando todo esto, llegué al salón donde fue mi última clase y curiosamente allí se oían pasos pequeños y un gran alboroto. Como si alguien saltase de una mesa a otra tirando todo a su paso. Y eso era exactamente lo que estaba ocurriendo, al abrir la puerta lo confirmé. Era él. Y no solo estaba saltando y corriendo entretenido entre las mesas, sino que además tenía puesto mi sombrero, lo que me hizo enojar bastante. Al percatarse de que lo observaba muy enojada apoyada sobre el marco de la puerta, esbozó una diabólica sonrisa de oreja a oreja. Hecho esto comenzó a caminar exageradamente, como una modelo luciendo un vestido, sobre las mesas fingiendo que estas eran una pasarela. Claro, luciendo mi precioso sombrero!
No lo dudé un segundo y corrí para atraparlo, o simplemente sacarle mi gorro de su asquerosa cabeza. Pero él al ser más pequeño se corrió rápidamente saliendo del salón. Volteé hacia donde había salido y corrí en su búsqueda.
Era curiosamente gracioso aquello, ya que los pisos estaban encerados, lo que provocaba alguna caída de parte de alguno de los dos. Pero para su suerte, me llevaba algo de ventaja. Salió corriendo en dirección a la puerta principal.
-Charlie!-Grité. Así se llamaba el hombre que limpiaba. Debía cerrar la puerta antes de que la criatura pudiese salir.
-Qué sucede?-Preguntó saliendo de un pequeño cuarto de limpieza, con una taza de café.
-Cierra la...-Estaba diciendo, pero fue demasiado tarde, ya la había atravesado y corría por el jardín.
Era algo molesto el hecho de que tenga que correr por unos pasillos encerados, sacando cálculos ya había caído al suelo unas 8 veces.
Corrí persiguiéndolo por casi todo el jardín.
Era un lugar precioso. Un camino de piedras te conducía por al rededor de todo el edificio, mientras que flores de todos los colores crecían a su lado. Era hermoso todo, pero ahora debía concentrarme en mi objetivo.
Un momento... lo había perdido de vista! No eso no podía ser. Por ese gorro cruzaría el océano atlántico remando con cucharas. Bueno tal vez exagero, pero entiéndase mi afecto por aquello. Miré hacia los lados, no había rastros de la criatura. Pero, de repente, algo se movió entre unos arbustos y salió la diabólica silueta de quien perseguía. Al observarlo mejor no encontré en su cabeza mi gorro, ni tampoco estaba en sus manos.
-Oh no! Que habrá hecho con mi pobre hijo.-Exageré para mis adentros.
Él me observó riendo a carcajadas. Era totalmente inquietante cuando esbozaba esa sonrisa diabólica de oreja a oreja, que permitía ver todos sus pequeños dientes. Observó mi expresión de decepción y volvió a reír. Pero luego de esto, elevó su vista.
Al principio no comprendí por qué lo había hecho, pero al imitarlo entendí todo. Mi sombrero del color de las nubes grises del día más nublado, estaba colgado en la punta del inmenso mástil, a un lado de la flamante bandera.
-Ve a buscarlo en este mismo instante.-Le ordené a mi pequeño rival.
Él se limitó a negar con la cabeza y a reír nuevamente. Nunca lo había oído hablar, solo sus alaridos y carcajadas.
-Estoy hablando enserio, ve a buscarlo o sino... o sino.-Dije sin saber como terminar la frase. Por lo que la criatura estalló en una carcajada aún más fuerte.
A decir verdad nunca había tenido autoridad con los niños, ellos siempre me desobedecían y a mi me daba igual. Pero ahora no podía esperar que aquella criatura me obedeciera, ni mucho menos. Si había algo por lo que me lamentaba era no tener algo para tirarle y que cayera justo en el medio de su cabeza.
Resignada, decidí trepar hasta allí. Eran bastantes metros de altura. No solo decidí hacerlo por el hecho de recuperar mi gorro, sino porque siempre me había parecido divertido hacer ese tipo de cosas. Así que comencé a trepar.
Afortunadamente ese día no llevaba el uniforme normal, que consistía en una pollera, sino que tenía el de gimnasia, que era un cómodo pantalón. Estaba ya a considerable altura, cuando divisé a Pete, quién aún me esperaba allí a varios metros del colegio.
Él se percató de que estaba allí. Su expresión fue extremadamente graciosa, pagaría por verla de nuevo.
Yo lo saludé con la mano, y al soltarme, casi caigo, pero afortunadamente logré aferrarme nuevamente.
-Que mierda hace ahí?-Vi como Pete decía. Claro que no se oía nada, pero se notó claramente lo que dijo.
Luego de esto, hizo un gesto de desaprobación, pero creo que ya no se sorprendía mucho de eso, viniendo de mi parte...
Capítulo :B corto pero bueno, es lo que hay. Igual ahora subo otro creo, porque hoy la inspiración sale de mi cual agua de una fuente (?) wtf jajaja
Por que vieron que es 14 de febrero y todo eso, no? Pensaba subir un capítulo romántico (?) Esssa no se la esperaban no? e.e JAJA Aunque la verdad no me cabe mucho ese estereotipo yankee de San Valentin, pero que va a ser. Que letra de mierda esta, no?
Así está mejor (?) Gracias por leer y por sus comentarios. Gracias a la producción, a marcelo (?) ah se re iba de tema JAJA
Lean Stop and smell the roses, es demasiado genial.
Mary, ya vas a aparecer de nuevo, cuando subas un capítulo en tu fic >:)
Pensando todo esto, llegué al salón donde fue mi última clase y curiosamente allí se oían pasos pequeños y un gran alboroto. Como si alguien saltase de una mesa a otra tirando todo a su paso. Y eso era exactamente lo que estaba ocurriendo, al abrir la puerta lo confirmé. Era él. Y no solo estaba saltando y corriendo entretenido entre las mesas, sino que además tenía puesto mi sombrero, lo que me hizo enojar bastante. Al percatarse de que lo observaba muy enojada apoyada sobre el marco de la puerta, esbozó una diabólica sonrisa de oreja a oreja. Hecho esto comenzó a caminar exageradamente, como una modelo luciendo un vestido, sobre las mesas fingiendo que estas eran una pasarela. Claro, luciendo mi precioso sombrero!
No lo dudé un segundo y corrí para atraparlo, o simplemente sacarle mi gorro de su asquerosa cabeza. Pero él al ser más pequeño se corrió rápidamente saliendo del salón. Volteé hacia donde había salido y corrí en su búsqueda.
Era curiosamente gracioso aquello, ya que los pisos estaban encerados, lo que provocaba alguna caída de parte de alguno de los dos. Pero para su suerte, me llevaba algo de ventaja. Salió corriendo en dirección a la puerta principal.
-Charlie!-Grité. Así se llamaba el hombre que limpiaba. Debía cerrar la puerta antes de que la criatura pudiese salir.
-Qué sucede?-Preguntó saliendo de un pequeño cuarto de limpieza, con una taza de café.
-Cierra la...-Estaba diciendo, pero fue demasiado tarde, ya la había atravesado y corría por el jardín.
Era algo molesto el hecho de que tenga que correr por unos pasillos encerados, sacando cálculos ya había caído al suelo unas 8 veces.
Corrí persiguiéndolo por casi todo el jardín.
Era un lugar precioso. Un camino de piedras te conducía por al rededor de todo el edificio, mientras que flores de todos los colores crecían a su lado. Era hermoso todo, pero ahora debía concentrarme en mi objetivo.
Un momento... lo había perdido de vista! No eso no podía ser. Por ese gorro cruzaría el océano atlántico remando con cucharas. Bueno tal vez exagero, pero entiéndase mi afecto por aquello. Miré hacia los lados, no había rastros de la criatura. Pero, de repente, algo se movió entre unos arbustos y salió la diabólica silueta de quien perseguía. Al observarlo mejor no encontré en su cabeza mi gorro, ni tampoco estaba en sus manos.
-Oh no! Que habrá hecho con mi pobre hijo.-Exageré para mis adentros.
Él me observó riendo a carcajadas. Era totalmente inquietante cuando esbozaba esa sonrisa diabólica de oreja a oreja, que permitía ver todos sus pequeños dientes. Observó mi expresión de decepción y volvió a reír. Pero luego de esto, elevó su vista.
Al principio no comprendí por qué lo había hecho, pero al imitarlo entendí todo. Mi sombrero del color de las nubes grises del día más nublado, estaba colgado en la punta del inmenso mástil, a un lado de la flamante bandera.
-Ve a buscarlo en este mismo instante.-Le ordené a mi pequeño rival.
Él se limitó a negar con la cabeza y a reír nuevamente. Nunca lo había oído hablar, solo sus alaridos y carcajadas.
-Estoy hablando enserio, ve a buscarlo o sino... o sino.-Dije sin saber como terminar la frase. Por lo que la criatura estalló en una carcajada aún más fuerte.
A decir verdad nunca había tenido autoridad con los niños, ellos siempre me desobedecían y a mi me daba igual. Pero ahora no podía esperar que aquella criatura me obedeciera, ni mucho menos. Si había algo por lo que me lamentaba era no tener algo para tirarle y que cayera justo en el medio de su cabeza.
Resignada, decidí trepar hasta allí. Eran bastantes metros de altura. No solo decidí hacerlo por el hecho de recuperar mi gorro, sino porque siempre me había parecido divertido hacer ese tipo de cosas. Así que comencé a trepar.
Afortunadamente ese día no llevaba el uniforme normal, que consistía en una pollera, sino que tenía el de gimnasia, que era un cómodo pantalón. Estaba ya a considerable altura, cuando divisé a Pete, quién aún me esperaba allí a varios metros del colegio.
Él se percató de que estaba allí. Su expresión fue extremadamente graciosa, pagaría por verla de nuevo.
Yo lo saludé con la mano, y al soltarme, casi caigo, pero afortunadamente logré aferrarme nuevamente.
-Que mierda hace ahí?-Vi como Pete decía. Claro que no se oía nada, pero se notó claramente lo que dijo.
Luego de esto, hizo un gesto de desaprobación, pero creo que ya no se sorprendía mucho de eso, viniendo de mi parte...
Capítulo :B corto pero bueno, es lo que hay. Igual ahora subo otro creo, porque hoy la inspiración sale de mi cual agua de una fuente (?) wtf jajaja
Por que vieron que es 14 de febrero y todo eso, no? Pensaba subir un capítulo romántico (?) Esssa no se la esperaban no? e.e JAJA Aunque la verdad no me cabe mucho ese estereotipo yankee de San Valentin, pero que va a ser. Que letra de mierda esta, no?
Así está mejor (?) Gracias por leer y por sus comentarios. Gracias a la producción, a marcelo (?) ah se re iba de tema JAJA
Lean Stop and smell the roses, es demasiado genial.
Mary, ya vas a aparecer de nuevo, cuando subas un capítulo en tu fic >:)
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