lunes, 20 de febrero de 2012

Capítulo 56

Pero después de todo, si pasara algo, podría volver al pasado y arreglar todo, no?  Yo estaba perdida en mis pensamientos imaginando como serían mis hijos con Keith (si, estoy loca), no me percaté de que las horas habían pasado.


-Que tarde es!-Dije ahora algo apurada.
-Mmm si.-Contestó él con la mirada clavada en algún punto del suelo.
-Bueno, adiós.-Dije poniéndome de pie.
-Nos vemos mañana?-Preguntó y sonrió. Qué había dicho? Siii!
-Es un cita?.-Pregunté divertida.
-No.-Contestó y rió.
-Ah bueno.-Dije y reí también.-Donde?
-Acá?-Dijo como preguntándome.
-Si, a las 6 te parece bien?-Pregunté ahora.
-Perfecto.-Contestó y sonrió.


El camino a casa me la pasé pensando miles de cosas que podrían suceder. Y si unos extraterrestres me raptaban haciendo que llegara tarde? Keith se enojaría conmigo! Pero que estupideces decís Angie? Mejor callate. Aún no entendía como un muchacho como el, cálido, alegre, divertido y simpático, podía hablar con alguien como yo, una chica grosera, exagerada, algo hiperactiva, inoportuna y una lista interminable.


Pero a mitad de camino recordé que Mary quería verme, para pedirme un ''favor''. Eso me causaba bastante gracia, ya que parecíamos una mafia. De mi amiga nunca se sabía con que iba a salir ahora, siempre tenía algo nuevo por lo que sorprenderme. Mientras pensaba en muchas cosas, incluso si los extraterrestres serían verdes, me dirigí a la parada del autobús que me llevaba a esa maravillosa ciudad de Liverpool. Lo era, pero tengo que admitir que viajar todos los días allí estaba aburriéndome un poco, o mucho. Pero ver a Lucy era tan divertido! 


Me quedé dormida plácidamente. Pero el conductor del autobús, que ya me conocía, me despertó en la parada que debía bajar. 


Al apenas poner un pie debajo del autobús me contenté de haberme abrigado bien, pues una congelada brisa pasó por mi cara causándome escalofríos. En las frias calles de aquella peculiar ciudad, el silencio reinaba. Pero no era un silencio aburrido ni incomodo, tampoco peligroso ni de esos que se producen cuando alguien dice algo inapropiado en el momento en el que todos se callan; no, este era un silencio reconfortante, que daba placer oírlo. Esperen... el silencio se oye? No lo sé, me haría una nota mental para preguntarle a Jim luego. 


Llegue a la casa de mi desquiciada amiga. Era algo grande, pero recuerden que ella vivía con sus tíos y su hermano, y si mal no recordaba, una prima había venido de visita. Toqué el estruendoso timbre y esperé tres, cuatro, cinco segundos...


-Angie!-Dijo ella saliendo por la puerta, con ese tono de joven alegre que la caracterizaba.
-Como estas?-Pregunté.- Iván dijo que querías verme.
-Si, por fin ese chico sirve para algo.-Bromeó ella y me invitó a pasar adentro.


Un reconfortable fuego ardía y crujía en la chimenea que se encontraba en el medio de la sala. La tía de Mary en seguida apareció con tazas de té. Era la típica tía que estaba atenta en todo, esa que te obligaba a comer aunque estuvieses por reventar o si salias hacia algún lado con alguien te preguntaría hasta el número de documento y la cuenta bancaria de esa persona. Cuando esta abandonó la habitación y se oyó que hablaba por teléfono con una amiga, sobre cosas de ancianas, Mary se decidió a revelarme que era aquello por lo que me buscaba.


-Podrías hacerme un favor querida Smith?-Dijo hablando como una anciana pulcra mientras tomaba un sorbo de té como tal, elevando su dedo meñique.
-Claro, señorta Wright.-Le seguí el juego.
-Mis tíos se van de vacaciones a un lugar de nombre extraño donde viven otros parientes míos.-Comenzó diciendo.- Tanto Arthur como yo no queremos ir. Por eso me dejaron al pequeño diablillo a cargo mio. Ellos se van esta noche y mañana tengo que... salir.
-Ajá pillina.-Dije imitando a su tía.
-Y me preguntaba si podías cuidar a mi hermanito.-Preguntó ahora algo avergonzada.
-Claro, como no.-Acepté feliz, ese niño era genial.
-Gracias!-Dijo ella feliz.
-Y se puede saber a donde vas querida?-Pregunté volviendo a mi papel de anciana. Ella se sonrojó al ver el giro que la conversación había tomado.
-Eric me invitó al parque y no sé a que otros lugares cursis.-Dijo ella indiferente, pero lo cierto era que siempre le había gustado aquel muchacho. Él era un amigo de John que si mal no recuerdo, estaba en The Quarrymen. Nunca recordaba su nombre, seguramente porque solo crucé algunas palabras con él.
-Ooh así que eso era. Cuidate mira que las generaciones vienen cada vez más descontroladas. Y olvides abrigarte, porque después te resfrías y quién tiene que cuidarte? Yo! Quien más? Por favor, estos chicos van a matarme.-Continué con mi actuación, Mary solo reía a carcajadas. Ella se reía de cualquier cosa.
-Ya deja de hacer eso, me estás dando miedo.-Dijo aún riendo.
-Volviendo al tema que nos interesa.-Continué bromeando.- A mi también me invitaron al parque.-Dije divertida.
-Oh pero que interesante.-Dijo ella.-Cuéntame, quién?
-Keith.-Dije haciéndome la indiferente.
-Richards?-Preguntó emocionada.
-Conoces a otro?-Dije exagerando.
-Bueno... no.-Contestó y soltó una risita.-Él?
-Si, idiota!-Dije y reí.


Luego la charla se fue por las ramas. Acordamos, luego de insistencia de ella, que iría a mi casa para decidir que ropa me pondría. Si, ella decidiría. Luego de que regresara a casa ella volvería para traer a su hermanito o algo así. Los planes de Mary eran tan complicados e inentendibles, que a la vez eran sencillos...

1 comentario:

  1. dsñlkdsfñlsfñlsf si la Mary tiene una cita O: 1313
    dsñlfdk me rei mucho c:
    apuesto que me extrañaste eh?
    Vi en las noticias que un tren en Argentina choco o no se que mamada y habia como 50 muertos
    y yo altiro pense en ti :cc
    espero que estes bien y no nos escribas desde el mas alla (?

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